Patrona de los Transportistas Argentinos
La Virgen de Consolación de Sumampa o Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa s e la considerada patrona del Pueblo de la Provincia de Santiago del Estero, desde 1983 patrona de los transportistas (por haber recorrido un largo camino desde Brasil hasta Sumampa en diferentes medios de transporte, barco, carreta, lomo de mula, etc.). Su santuario se erige en un pequeño valle, rodeado de serranías bajas, a 4 km del pueblo de Sumampa, perteneciente al Departamento Quebrachos, distante 238 km de la Ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia homónima.
La imagen original es pequeña y sencilla, de no más de 20 cm de altura, realizada en arcilla cocida; está sentada sobre una banqueta rudimentaria, que a su vez se asienta en un montículo de piedra añadido posterior. Sobre las rodillas de la Señora duerme un niño Jesús, de pocos meses de edad dejando caer el bracito izquierdo hacia adelante. Para recostar a su hijo María ha tendido un pañal, detalle este que por sí solo sugiere un largo capítulo de vigilias, de preocupaciones y de ternuras domésticas.
El origen de la advocación se remonta a 1630. Don Antonio Farías Sáa, un hacendado portugués radicado en Sumampa (actual provincia de Santiago del Estero, Argentina), quiso erigir en su estancia una capilla en honor de la Virgen. Solicitó a un compatriota suyo, residente en Pernambuco, Brasil, el envío de una imagen de la Inmaculada Concepción de María. Para una mejor elección, su amigo le envió dos imágenes. En el mes de marzo de 1630, las imágenes de la Virgen llegaron al puerto de Buenos Aires procedentes de San Pablo en un navío denominado "San Andrés" y luego, acondicionadas en sendos cajones, fueron colocadas en una carreta.
Luego de tres días de viaje, la caravana a la cual se incorporó la carreta, hizo un alto a 5 leguas de la actual ciudad de Luján, en el paraje de Zelaya, para pernoctar en la Estancia de Don Rosendo de Trigueros.
Al día siguiente, ya dispuestos a continuar la marcha, los bueyes no siguieron moviendo la carreta. Después de intentos fallidos, bajaron uno de los cajones y los bueyes iniciaron la marcha sin dificultad. Intrigados por el contenido del cajón, encontraron al abrirlo, una imagen pequeña (38 cm de altura) de arcilla cocida que representaba la Inmaculada Concepción. Los creyentes interpretaron el hecho como providencial, y entregaron la imagen para su custodia a don Rosendo de Oramas, el dueño de la casa ubicada en la actual localidad de Zelaya, del partido del Pilar, a 50 km del actual emplazamiento del santuario.
La segunda imagen, que representaba a María con el niño en sus brazos, llegó a destino a fines de junio de 1630 ya fines de noviembre está colocada por fin en su capilla o ermita (un humilde rancho construido con piedras, cal, barro y techo). de paja) para entonces finalizada. Las fiestas patronales de noviembre recuerdan este hecho de la inauguración de la capilla.
En el año 1670 con gran solemnidad se abre a los fieles de María Santísima, llamada entonces Nuestra Señora de Consolación, porque con la llegada la Santa Virgen trajo a estas tierras el consuelo, el gozo y la paz.
Señora de la Consolación,
Ternura de Dios Padre entre nosotros,
Modelo de amor sublime,
Escucha a tu pueblo santiagueño
Que con humildad y confianza te suplica
Cuida el don maravilloso de nuestras vidas,
bendice nuestras familias y comunidades,
acarícianos en los momentos de tristeza y soledad,
confórtanos en la enfermedad y en el sufrimiento.
con tu dulce mirada sana nuestras heridas.
Ayúdanos a vivir nuestra fe cristiana con alegría,
acrecienta nuestro compromiso misionero
y danos, Madre Santa, el consuelo que acunas entre tus brazos,
Tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.