MARIA, REINA de las MISIONES

Patrona de las Obras Misionales Pontificias
Fiesta 31 de mayo

Breve historia de la advocación

María es Reina de las Misiones, porque ella fue la primera misionera, aún antes que el mismo Cristo, al llegar en su seno y darlo a conocer al mundo. Estuvo presente en el comienzo de la misión en Pentecostés, junto a los Apóstoles, acompañó a lo largo de toda la historia el camino heroico de los misioneros, y hoy continúa dando a conocer a su Hijo a los hombres.
Ella es también guía y modelo de los misioneros, por eso también se llama "Estrella de la Evangelización". El título de Reina se le da a María Santísima desde los primeros siglos como indicación de su preeminencia y poder que los recibe de aquel que es el Todopoderoso: Su Hijo, Jesucristo. A partir del siglo V, casi en el mismo período en que el Concilio de Efeso proclama a la Virgen 'Madre de Dios', se comienza a atribuir a María el título de Reina (Juan Pablo II, Audiencia General del 23 de julio del 1997 ). En las Letanías Laurentanas (cuyo origen se suele situar hacia el año 1500 en el santuario Loreto) se ve asociado el título de Reina a otros secundarios como Reina de los Ángeles, de los Profetas, de los Apóstoles, etc. Como el vocablo "misiones ” no es utilizado con el significado actual sino hasta después del siglo XVI, evidentemente no encontraremos el título “Reina de las Misiones” aplicado a María en los primeros tiempos de la Iglesia. Sin embargo, sí encontramos desde los primeros siglos el título “Reina. de los Apóstoles” (no olvidar que hasta después del siglo XVI, el término “apóstol”, aparte de designar a los Doce, era utilizado entre otros, en el sentido que hoy damos al término “misionero”) que sería como decir hoy “ Reina de los misioneros”. El título "Reina de las Misiones" parece originarse en un momento muy posterior a esta fecha, recién en la primera del siglo XX. En España, los Misioneros Vicentarios, editaron durante los años 1935 y 1956, una revista llamada "Reina de las Misiones", lo cual nos dice que ya en la década de 1930, se adjudicaba a María este título. Sin embargo, su incorporación al vocabulario magistral es posterior. Tal es así que en las invocaciones finales a la virgen en los documentos misioneros modernos del siglo XX escritos por Benedicto XV (Maximum Illud, 1919), Pío XI (Rerum Ecclesiae, 1926) y Pío XII (Fidei Donum, 1957) se la menciona como “Reina de los Apóstoles”. Recién en la Exhortación Princeps Pastorum (Juan XXIII, 1959), se la invoca como “Reina de las Misiones”. Fuente: www.portalmisionero.com

(Haga clic en la imagen para ampliar y descargar)

Oraciones

Oración a María, Reina de las Misiones
Virgen María que estuviste presente
en el comienzo de la misión, en Pentecostés,
junto a los apóstoles, cuando nacía la Iglesia misionera,
se, la estrella de la evangelización siempre renovada,
que la Iglesia dócil al mandato del Señor,
debe promover y realizar.

María, Madre y Reina de los Apóstoles
que acompañaste desde el inicio el camino heróico de los misioneros,
inspira a todos los creyentes a imitarte en la solicitud solidaria
por el vasto campo de la actividad misionera.

Suscita vocaciones misioneras en nuestra Iglesia
para que cada vez seamos más los obreros que trabajemos
por construir el Reino de Dios en medio de los hombres.
María Reina de las Misiones, ruega por nosotros. Amén.



Más oraciones

Padre de bondad,
tú que eres rico en amor y en misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación,
escucha a tu Iglesia misionera.


Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
"vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos".

Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian
la Buena Nueva del Reino de Dios.

María, Madre de la Iglesia
y Estrella de la evangelización,
acompáñanos y concédenos
el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero. Amén.


Oración breve
María, Reina de las misiones
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a que la alegría del evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se priva de su luz.