El santuario mariano más importante de Canadá es el de Nuestra Señora del Cabo o Nuestra Señora del Santo Rosario, situado a medio camino entre Quebec y Montreal en la ciudad de Cap de la Madeleine, en la diócesis de Trois Rivières.
En 1659, se construye la primera capilla en un pedazo de tierra llamado "Recompensa de Santa María". Vendida a la parroquia en 1661, fue trasladada a los territorios del Santuario y se convirtió en la primera iglesia en Cap de la Madeleine, la iglesia de Sainte Marie Madeleine. El 13 de mayo de 1714, el obispo de Saint Vallier firma un decreto autorizando la construcción de una nueva iglesia parroquial.
La pequeña iglesia se abrió al culto en 1720. Es la iglesia de piedra más antigua preservada en toda su integridad en Canadá. En 1854, año de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, un fiel de Cap de la Madeleine, Zéphirin Dorval, donó a su iglesia parroquial una estatua de Nuestra Señora del Santo Rosario del Cabo para adornar el altar. Representa a una Virgen de facciones delicadas, los ojos mirando hacia abajo, en la pose de la Virgen de la Medalla Milagrosa, como fue revelada a la clarividente Catherine Labouré en París en 1830. Esta estatua se coloca en el altar de la capilla lateral, que se convirtió en la "Capilla del Rosario", donde los fieles pueden ofrecer sus oraciones a María. En 1878, el número de fieles había aumentado. En el invierno de 1879, se planea cortar las piedras necesarias para la construcción de una nueva iglesia de la orilla sur del río, y luego se transportarían a lo largo de éste. Los fieles recurrieron a la Virgen María. Cada domingo, rezaban el rosario con la esperanza de que se forme un puente de hielo en el río. El padre párroco Désilets promete dedicar la pequeña iglesia existente a la Virgen María si puede llevar la piedra para la construcción planeada. En la noche del 16 de marzo, se empieza a formar un puente de hielo de una orilla a otra. Del 19 al 25 de marzo se lleva la piedra a través del río mediante carruajes tirados por caballos. Las personas que acarrearon las piedras por este puente de hielo lo nombraron el "Puente Rosario", convencidas que se trataba de la respuesta de María a sus plegarias.
Cuando se culminó la construcción de la nueva iglesia, el padre párroco Désilets pudo cumplir su promesa. Durante una ceremonia realizada el 22 de junio de 1888, la pequeña iglesia es dedicada a Nuestra Señora del Cabo. El padre Frederic, franciscano, predica el sermón. Dice palabras proféticas: "De ahora en adelante, este santuario será de María. Los peregrinos vendrán de todas las familias de la parroquia, de todas las parroquias de la diócesis y de cada diócesis de Canadá". La estatua de la Virgen fue ubicada sobre el altar mayor, donde ha permanecido desde ese momento. La misma noche, alrededor de las siete de la noche, la estatua de Nuestra Señora del Santo Rosario del Cabo abre sus ojos frente a tres testigos: el padre párroco Désilets, el bendito Padre Frederic y Pierre Lacroix, un hombre discapacitado. El milagro dura alrededor de 10 minutos.
El 22 de junio es una fecha para recordar pues marca el inicio del Santuario de Nuestra Señora del Cabo. En 1902 se confió el santuario al cuidado de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. El 12 de octubre de 1904, la estatua de Nuestra Señora del Santo Rosario del Cabo fue coronada canónicamente por el Papa Pío X. En 1919 debido al mal clima en esa época del año, la celebración anual del Santuario se cambia al 15 de agosto en vez del 12 de octubre. En 1954, la estatua de Nuestra Señora del Santo Rosario del Cabo peregrina por todo Canadá; la peregrinación finaliza con el congreso nacional mariano y una segunda coronación de la estatua por parte del Cardenal Valeri, delegado del Papa Pío XII.
De 1954 a 1964 se construyó una basílica, junto al templo anterior, de forma que este centro mariano comprende hoy dos iglesias en medio de agradables jardines y estructuras adecuadas para la acogida.
El 10 de septiembre de 1984, el Papa Juan Pablo II peregrina al Santuario de Nuestra Señora del Cabo. En 1988 se celebró el Centenario del Santuario de Nuestra Señora del Santo Rosario del Cabo y el 25 de septiembre de ese mismo año se realizó la Beatificación del Padre Frederic en Roma.
Tú eres quien llega a nuestras vidas y siempre te sentimos.
Aquel con el que nos gusta hablar de forma espontánea
sin preparar nuestras frases.
El que amamos para orar cuando necesitamos descansar.
Y el que conocemos dispuesto incansablemente
a satisfacer nuestras necesidades.
Cuando necesitamos coraje danos el coraje.
Cuando necesitemos paz tráenos la paz.
Y a través de todos estos dones, acércanos más a Jesucristo, tu Hijo,
y haznos más fieles a su Iglesia. Amén.