NUESTRA SEÑORA de los MILAGROS DE CAACUPÉ

Patrona de la República del Paraguay
Fiesta 8 de diciembre

Breve historia de la advocación

Alrededor del año 1600 un grupo de indios mbayáes, cerca de los Montes de Tobatí, perseguían a un indio guaraní para matarlo. El indio guaraní se había convertido al cristianismo y era feligrés de la doctrina franciscana a la que los mbayáes temían tanto.
Acorralado y desesperado se escondió detrás del tronco de un gran árbol. Como había sido catequizado por los franciscanos, invocó a la Inmaculada Concepción, prometiéndole a la Reina del Cielo que si lo liberaba de sus feroces enemigos le haría una imagen de la misma madera  del árbol, que por intercesión divina de había dado protección.
Nadie dio con él; al verse libre, vivió solamente para cumplir su promesa. Volvió al árbol donde se había escondido con herramientas. Lo desgajó de la madera necesaria y comenzó a esculpir con el arte de sus manos y el fervor de su alma, dos estatuas de la Virgen: una más grande destinada a la Iglesia de Tobatí y otra más pequeña para su devoción particular.
Esa imagen, la más pequeña que guardó en su casa, fue hallada un siglo después por fray Luis de Bolaños flotando en el lago de Ipacaraí; es la misma que se venera en el Santuario Nacional del Paraguay en la ciudad de Caacupé.

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Oraciones

Oración a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé
Madre de Caacupé, te pedimos, bendigas nuestras familias. Que tu amor reine siempre en ellas. Que cada familia sea verdadero templo donde crezcamos y demos frutos buenos. Que la unidad y la concordia familiar, sean señal viva de que tu nos acompañas. Que nuestras familias sean solidarias expresión de la vida, para bien de la sociedad y para nuestro propio bien. Intercede ante Dios por nosotros para que vivamos con alegría, la fe compartida. Amén.


Himno a la Virgen
Es tu pueblo, Virgen Pura
y te da su amor y fe
dale tú paz y ventura en tu edén de Caacupé.
Todo el pueblo paraguayo
que juró su libertad
a la luz del sol de mayo
hoy aclaman su beldad.
Virgen pura tan querida,
bella flor de Caacupé,
danos fuerza, danos vida,
más virtudes y más fe.