SANTA TERESA de JESÚS JORNET E IBARS

Patrona de la ancianidad
Fundadora de la Congregación Hermanitas
de los ancianos desamparados
Fiesta 26 de agosto

Breve historia

La vida de santa Teresa de Jesús Jornet es una vida hermosa. Una vida de entrega y sacrificio, un ejemplo para todos, porque todos debemos vivir en una dimensión de eternidad y dar sentido a la vida amando, sirviendo y haciendo el bien a los demás. La Madre Teresa Jornet encontró la misión de su vida en el cuidado y atención corporal y espiritual a los ancianos desamparados. Era tanto su amor hacia ellos que no se contentaba con que las otras hermanitas hicieran el trabajo. En la medida de sus fuerzas y de su salud, siempre delicada, era ella la primera que hacía las cosas, cuidando a los ancianos y demostrándoles de mil maneras su cariño y cercanía. Teresa nació en Ayltona (Lérida) el 9 de enero de 1843. Sus padres, Francisco José Jornet y Antonia Ibars eran sencillos labradores, educaron a su familia en la religión católica. Teresa creció en un clima doméstico de trabajo honrado. Estudio en Lérida para maestra y enseñanza en Argensola (Barcelona). Solicitó ser admitida en las clarisas de Briviesca, cerca de Burgos, pero no pudo profesar por la prohibición de la legislación en vigor. Se dedicó a la enseñanza y se hizo terciaria carmelita. Una enfermedad que ocurrió después de la muerte de su padre, la obligó a permanecer en su casa por algún tiempo. Don Saturnino López Novoa, canónigo de Huesca su director, a quien confió la dirección de su alma, la encauzó hacia la fundación de una obra destinada a recoger a los ancianos sin familia y sin medios de subsistencia. Teresa, que hasta el momento había tenido la impresión desagradable de no haber hecho nada en su vida, se orientó decididamente hacia este ideal. En 1872, fundó la primera casa en Barbastro, con la ayuda de algunos jóvenes, y de su hermana, María. Desarrolló una actividad incansable y una confianza inalterable en Dios. A los que le reprochaban que se ocuparía de los más humildes oficios, respondía: "No hay nada pequeño cuando se trata de la Gloria de Dios". Su salud no pudo resistir al régimen que se impuso. A las fatigas físicas se juntaban los dolores mortales, como el de la epidemia del cólera, que acabó con veinticuatro hermanas y setenta ancianos. Cuando la enfermedad la obligó a detenerse, se retiró a Liria, Valencia, con la esperanza de que el buen aire le devolviera la salud. Murió allí, el 26 de agosto de 1897, el 27 de abril de 1958 el Papa Pío XII la beatificó y fue canonizada por Pablo VI.

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Oraciones

Oración a Santa Teresa de Jesús Jornet
Oh Dios, que has guiado a la virgen Santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos, concédenos a ejemplo suyo servir a Cristo en el prójimo para ser testimonio de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén.


Señor, Dios nuestro, que nos dejaste en Santa Teresa de Jesús Jornet un magnífico ejemplo de servicio a los ancianos desamparados, de confianza en tu Providencia y de gobierno maternal con las Hermanitas, concédenos que sus ejemplos nos alienten en nuestra vida, y su intercesión . Nos ayuda a llegar gozosos a disfrutar con ella, en el reino celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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